Wednesday, January 26, 2005
ZP y K pasean agarraditos de la cintura como dos colegialas en un día de picnic. Es verano en Buenos Aires y el calor invita a saltarse las reglas del protocolo. El leonés frunce la nariz y regaña al santacruceño: "me encanta tu canje, pero no trates de engañarme con las tarifas, que te dejo sin segunda oleada, vale?". Lupin pone cara de "yo no fui" y ensaya un par de pucheros: "pero tonto, no digas eso, además venís tan poco a visitarme... No tuvimos tiempo ni de pasear por El Calafate". El político del talante más famoso consuela al maleducado más famoso: "Venga hombre, no te pongas sensiblero, que me vas a hacer llorar, joder..."; Echa una miradita a su reloj y exclama: "Pero por Dios, que tarde se ha hecho, como es posible, Moratinoooos!!!" y corre hacia su avión, que lo bueno, si breve, dos veces bueno. "Adiós, mi aliado estratégico!", grita el premier ibérico mientras sube la escalerilla. "Adiós, mi espejo y mi guía!", devuelve el patagónico mientras intenta sin éxito fijar su enigmática mirada en el aparato que se pierde entre las nubes.
Dos guerras, dos historias diferentes
Desde que empezó el conflicto de Iraq se buscó la comparación con la Segunda Guerra Mundial. Los americanos recordaron a sus aliados europeos las dudas de Chamberlain y compañía ante la arrogancia de Hitler y su falta de reacción incluso ante la invasión de Checoslovaquia. La timidez de aquellos tibios demócratas potenció la audacia del dictador. Para no repetir los errores de la historia, Bush se propuso pasar a la acción, como un moderno "Ike" barriendo con los payasos de la cruz gamada. Sin embargo, esta simplificación no resiste el menor análisis. Mientras Hitler dominaba una potencia mundial que amenazaba el corazón de Europa, Hussein no controlaba ni siquiera su propio territorio. El nacionalsocialismo alemán, de corte racista y expansionista, no es asimilable al partido laico baat, mas allá del caracter dictatorial del régimen iraqui. Solo se parecen en su patética utilidad para restarle enemigos a occidente: mientras los nazis se obsesionaban con la Rusia bolchevique, Saddam se desangró durante años luchando contra el Irán de la teocracia, para beneplácito de sus actuales ocupantes americanos. Después de la invasión de Polonia, la "Blitzkrieg" expandió las fronteras alemanas hasta límites impensables, amenazando Londres con sus bombas. Saddam, después de su excursión en Kuwait, no volvió a resultar una amenaza seria para nadie, ni siquiera para Israel, misiles "Patriot" de probada eficacia mediante. Descartada la existencia de las armas de destrucción masiva que habían motivado la invasión, tampoco el vínculo de autócrata y laico Hussein con los fanáticos religiosos pudo ser probado. En resumen, no hay punto de comparación entre aquellas dictaduras y el extinto régimen de Hussein. Diga lo que diga la propaganda.
Son como Donovan
Siguiendo los medios de comunicación europeos, la "Resistencia" en Iraq desprende hasta un halo romántico. En tiempos de la invasión, en nombre del nacionalismo más puro, iraquies de pura cepa resistiendo el avance de las tropas en una guerra de guerrillas, pudo haber sonado heróico especialmente teniendo en cuenta lo desigual de la relación de fuerzas entre uno y otro bando. Hurgando un poco en estos conceptos, comenzamos a distinguir entre los defensores de la patria iraquí y los defensores desesperados del tirano, su régimen y sus privilegios. Detrás de ellos, los fánaticos de todas las nacionalidades que predican la muerte en nombre del profeta. Cuando leemos, pasado lo pasado, que sus líderes, jordanos, paquistaníes, variopintos, afirman que "el Islam no es compatible con la Democracia", la verdadera naturaleza de estos "resistentes" queda fuera de toda duda. Pese a todo, "les journaux" insisten en narrar sus hazañas (mayormente asesinatos de civiles iraquies) como si de los muchachos del heroico Moulin se tratara. No hay parangón ninguno entre estos asesinos y aquellos héroes. No hay comparación entre las tropas americanas en Iraq y la Francia ocupada. No son conflictos extrapolables. En última instancia, la presencia de los Marines en Bagdad es funcional a los intereses de Al Qaeda, la gran paradoja de la guerra y uno de los motivos más fuertes para los que nos opusimos a ella. Mientras los combatientes de "La Résistance" querían una Francia libre y buscaban expulsar al ejército extranjero que tiranizaba su patria, sus émulos iraquies quieren impedir la Democracia y mantener a los americanos el mayor tiempo posible en su territorio para acrescentar su victimismo, el resentimiento y su propaganda. Compararlos, es ofender la memoria de los que murieron en nombre de la libertad y la democracia en Francia y en Europa.
Saturday, January 08, 2005
El Gran Bonete
La culpa de la tragedia en la discoteca la tiene, según Ibarra: Los Bomberos, El Propietario, La Prensa, El Público, y por último... Todos. La culpa es de todos. Con esta definición tan imprecisa se evita lo obvio, es decir, que la culpa antes que en nadie debe recaer en el Jefe de Gobierno, responsable último y principal de los organismos de control y de las políticas de la Ciudad. El que tiró la Bengala, los organizadores del recital, el propietario de la discoteca, pagarán (esperemos) sus culpas. Y también Ibarra, porque no puede mirar para otro lado ni "marear la perdiz" con discursos vanos. Lo de siempre: la culpa termina siendo del Gran Bonete.
Friday, January 07, 2005
Four (more) years
Después de tomarse unas cervezas en un pub de Ushuaia, dos graciosos británicos y un amigo sudafricano decidieron arrancar una bandera argentina, pisotearla y tirarla a la basura. Los vecinos los denunciaron, la policía de la provincia los detuvo, y los vivísimos gringos llevan un par de días incomunicados "en gayola", bastante apichonados ante la posible reacción de los demás presos comunes que pueblan la comisaría. La ley prevee hasta cuatro años de prisión para este tipo de actos. La cancillería británica no se ha preocupado demasiado por el tema, y la justicia fueguina actuará sin condiciones. Que les den los cuatro añitos, para que reflexionen, en una bonita cárcel en el sur de nuestra patria. Se lo merecen, por imbéciles, y por desubicados.
Thursday, January 06, 2005
Un país que cambia a golpe de muertos y escándalos
Necesitamos la muerte del soldado Carrasco para que alguien prestara atención a las cientos de muertes anteriores y entonces se diera por terminado el Servicio Militar Obligatorio. (Nota al paso: la "colimba" en Argentina y la "mili" en España fueron eliminadas por los "conservadores de derechas" Menem y Aznar, respectivamente. Mientras tanto, los "progresistas" Alfonsín y Felipillo no fueron capaces de hacer nada al respecto. Dato curioso pero cierto).
Hicieron falta miles de desaparecidos para que una sociedad que golpeaba las puertas de los cuarteles y se impacientaba con presidentes como Illia o Frondizi entendiera que a nada conducen las dictaduras. Cientos de chicos muertos en el Atlántico Sur para convencerse de la inutilidad de las guerras (apoyadas con entusiasmo con la Plaza de Mayo llena a reventar, sin hablar del casi conflicto con Chile evitado por un Papa al que nunca terminaremos de agradecerle lo suficiente). La corrupción fué tolerada, justificada, y plebiscitada en las urnas hasta límites intolerables.: "Roba pero hace" como divisa del político correcto, hasta que el escándalo de los chicos muriendo de hambre en el granero del mundo de los políticos ricos nos llevaron al hartazgo. Secuestros seguidos de muerte para que alguien empiece a decir que va a hacer algo para frenar la violencia y la inseguridad, previas manifestaciones multitudinarias y cuentas políticas adversas al aparato oficial. Olmedo, Rodrigo, Monzón, los muertos ilustres del descontrol en la vida privada ("el Diego" todavía respira, porque sino sería el ejemplo más acabado). Y ahora los 188 muertos del descontrol en la vida pública personificado en el significativo nombre de República de Cromagnón. Argentina: el país de la desidia permanente, de las frases grandilocuentes, y del no hacer nada. En estos momentos los políticos se muestran activos y nos quieren convencer que se ponen al frente de las cosas. Pero llegan tarde una vez más, empujados por la marea humana que les ganó de mano. Y que también reaccionó tarde, porque también la gente reacciona al límite, estática hasta que no los sacude una buena y sonada muerte. Como el muñeco De la Rúa en su nube marketinera consentido por la masa, hasta que los disparos empezaron a sonar en la Plaza de Siempre y las nubes de humo de la llama que llama y Antoñito el traficante de influencias se disiparon como la niebla. La lista de muertos sigue, y a cada caso le sobreviene el escándalo, las palabras para el bronce y los estallidos de violencia. Un país adolescente de crisis en crisis y de muerte en muerte. Ahora van a controlar las discotecas, clausurar las bailantas y multar los puestitos de choripanes defectuosos. Hasta que una nueva muerte tremenda nos escandalice y otra vez la gente se lance a las calles a protestar contra la dejadez nacional, en un país que no avanza sino es a base de golpes y trompicones.
Hicieron falta miles de desaparecidos para que una sociedad que golpeaba las puertas de los cuarteles y se impacientaba con presidentes como Illia o Frondizi entendiera que a nada conducen las dictaduras. Cientos de chicos muertos en el Atlántico Sur para convencerse de la inutilidad de las guerras (apoyadas con entusiasmo con la Plaza de Mayo llena a reventar, sin hablar del casi conflicto con Chile evitado por un Papa al que nunca terminaremos de agradecerle lo suficiente). La corrupción fué tolerada, justificada, y plebiscitada en las urnas hasta límites intolerables.: "Roba pero hace" como divisa del político correcto, hasta que el escándalo de los chicos muriendo de hambre en el granero del mundo de los políticos ricos nos llevaron al hartazgo. Secuestros seguidos de muerte para que alguien empiece a decir que va a hacer algo para frenar la violencia y la inseguridad, previas manifestaciones multitudinarias y cuentas políticas adversas al aparato oficial. Olmedo, Rodrigo, Monzón, los muertos ilustres del descontrol en la vida privada ("el Diego" todavía respira, porque sino sería el ejemplo más acabado). Y ahora los 188 muertos del descontrol en la vida pública personificado en el significativo nombre de República de Cromagnón. Argentina: el país de la desidia permanente, de las frases grandilocuentes, y del no hacer nada. En estos momentos los políticos se muestran activos y nos quieren convencer que se ponen al frente de las cosas. Pero llegan tarde una vez más, empujados por la marea humana que les ganó de mano. Y que también reaccionó tarde, porque también la gente reacciona al límite, estática hasta que no los sacude una buena y sonada muerte. Como el muñeco De la Rúa en su nube marketinera consentido por la masa, hasta que los disparos empezaron a sonar en la Plaza de Siempre y las nubes de humo de la llama que llama y Antoñito el traficante de influencias se disiparon como la niebla. La lista de muertos sigue, y a cada caso le sobreviene el escándalo, las palabras para el bronce y los estallidos de violencia. Un país adolescente de crisis en crisis y de muerte en muerte. Ahora van a controlar las discotecas, clausurar las bailantas y multar los puestitos de choripanes defectuosos. Hasta que una nueva muerte tremenda nos escandalice y otra vez la gente se lance a las calles a protestar contra la dejadez nacional, en un país que no avanza sino es a base de golpes y trompicones.
Pinochet en Jaque
La imagen de régimen severo pero honesto que intentaron desde siempre proyectar los partidarios del General Pinochet comienza a hacer agua. Primero fue su hijo el que quedó complicado en más de un turbio suceso, y ahora la Justicia chilena está desmontando paso a paso las redes de la corrupción del ex-dictador y Senador a perpetuidad. La Derecha chilena hace rato que se ha despegado de su figura y busca construir futuro desde la democracia, como ocurrió en España y en tantas partes. Lo curioso es como la gente de izquierda que brama contra Pinochet enmudece cuando el que viola los derechos elementales de las personas es Fidel Castro. No entiendo ese doble discurso. ¿O acaso lo que importa no son los crímenes, sino la identidad del criminal? Si estamos en contra de la tortura, tenemos que estarlo siempre, más allá de la ideología del torturador. ¿No es cierto, señores del gobierno "K"?
Big Mouth strikes again
Reapareció "K". Alguien debería explicarle lo que significa el sentido de la oportunidad. Criticado por hablar siempre de más, eligió quedarse callado justo cuando la tragedia exigía su presencia y su palabra. Dueño de un sutil humor, explicó que su actitud se debió a que no le gusta robar protagonismo, frase que en circunstancias menos terribles hubiera movido a risa al respetable. En una cosa tiene razón el Excelentísimo: la Argentina no se termina en la General Paz, y la Patagonia es tan patria (o más) que la Capital Federal. Pero eso de que estuvo trabajando intensamente y siguiendo los acontecimientos minuto a minuto, por favor, no añadamos la falta de respeto a la desidia. Entre bocado y bocado, un ratito de Crónica TV, una copita, otro rato de TN, y así todo el día. La realidad que se empeña en estropear los planes y los propósitos de enmienda del gobierno. Molestos muertos que vienen a interrumpir los retiros espirituales de los que mandan. Para rematarla, la clásica, la de toda la vida: la culpa la tienen los periodistas. A menos de una semana de empezado el 2005, confirmamos que todo sigue igual en el planeta K. Que Dios nos encuentre confesados...
Saturday, January 01, 2005
No nos gusta la Pachanga
El gobierno argentino queda completamente descolo-k-do ante el desaire del amigo cubano. La mente de una doctora es propiedad del estado, y solicitar asilo político o simplemente desear abrazar a los seres queridos, son delitos contra la patria, la revolución, y las barbas del vitalicio. Claro que ante el temor de las críticas de la izquierda vernácula, mejor no hacer mucho aspaviento, no sea cosa que la intelligentzia criolla se moleste y retire su apoyo a la gestión del ejecutivo. Mas allá de las palabras, gente que pasa su vida prisionera de una dictadura, y un gobierno preso de sus propias contradicciones ideológicas.
Argentina y los Neanderthales
No sé muy bien en que escala de la evolución zoológica, anterior al homo sapiens, situaría yo a los padres que dejaron a sus hijos en las "guarderías" improvisadas en el interior de la discoteca siniestrada en Buenos Aires. Leyendo los diarios, nos enteramos que dichas guarderías eran nada menos que los baños públicos del establecimiento. No quiero calificar a estas personas que asisten a este tipo de espectáculos y lugares llevando a las criaturas, para dejar tirados a sus hijos en un baño (imaginemos la higiene de la "guardería") pero simplemente pienso que el nombre de "República Cromagnon" no hace justicia ni al lugar ni al público. Les queda grande, no llegan ni a Neanderthales...
Oscar Wilde, Ibarretxe y las paradojas
España es un país muy particular. Miles de personas darían lo que sea para obtener la nacionalidad española, y no sólo no los dejan sino que además los tratan como a delincuentes. Por otro lado, otros miles de personas, que sí son españolas, quieren dejar de serlo, pero tampoco las dejan. Es decir, que al vale aquella frase de Wilde sobre el matrimonio, comparándolo con las ciudades sitiadas: los que están fuera quieren entrar, y los que están dentro quieren salir.