Todos los caminos...

con Berlusconi amenazado por el terrorismo islámico, y con el horror todavía fresco de lo que pasó en Londres, poco cuesta imaginar que más tarde o más temprano nos levantaremos con la noticia de otra masacre de inocentes, esta vez en Roma. Vamos a volver a escuchar los mismos argumentos y las mismas justificaciones, y las mismas voces que no podrán esconder su satisfacción y sus razonamientos de sofistas para justificar lo injustificable. No puedo adivinar cuantas mañanas faltan para que nos levantemos con esa noticia, pero ya me imagino otro amargo desayuno, con las imágenes televisivas de otra tragedia, mujeres y niños inocentes con los rostros ensangrentados, "carabinieris" en vez de "bobbies", y el mundo entero enviando mensajes de condolencia. Ya sé que esas imágenes nos llegan todos los días desde Irak, y pienso que los mismos asesinos de Atocha y de Londres, son los que atentan cada día contra la población civil iraquí, sin importarles que sean sus supuestos "hermanos musulmanes". Esta es una espiral suicida que solo da argumentos a los intolerantes y a los violentos. El Papa Benedicto condenó los atentados en Londres por inhumanos y contrarios a los valores cristianos. Todo indica que la próxima vez la sangre correrá cerca de su balcón, sin que nadie se detenga a escucharlo, para regocijo de unos cuantos opinadores e iluminados.