A confesión de partes...
Después de los chillidos de Cristina K. en el lanzamiento de su campaña bonaerense acusando a Duhalde (nada menos que el mentor político de su marido) de ser el jefe de la mafia, solo nos resta sentarnos a mirar como estas dos dignas señoras se arrancan los ojos en cada acto y discurso, y como van dejando de paso en evidencia las miserias del pejotismo. Campaña de ruleros y chismorreos al por mayor, que esperemos que contribuya aunque sea a poner cada día más en evidencia la máscara de los que nos gobiernan.
2 Comments:
sin animo de ofender a nadie, estoy convencido de que la esposa de Kirchner y la de Duhalde representan a una buena parte del electorado argentino promedio...
Luis,
Seamos un poco optimistas y pensemos que esta gente no va a conseguir el mandato que quiere!
Bue... a veces me cuesta el optimismo.
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