Wednesday, October 13, 2004

Sobisch y la re...

Hace unos años me tocó asisitir a una conferencia de prensa donde un simpático Jorge Sobisch, desde el llano, se explayó a gusto sobre sus planes políticos y denunció de paso la "persecución" encarnizada que sufría por parte del sector "amarillo" del MPN. Claro, eran otros tiempos. Año 1996, si mal no recuerdo. Sobisch habia cumplido su primer mandato como gobernador del Neuquén y buscaba su re-elección, que suponía asegurada. Lo que no contaba es que sus opositores internos le opondrían una figura insospechada y a la vez imbatible: el mismísimo Don Felipe Sapag que volvía por los fueros cuando ya todos lo daban por jubilado. Evidentemente pasó lo que tenía que pasar, y "Don Fé" ganó por amplio margen tanto las internas del MPN como las elecciones a gobernador. A partir de ahí se inició para Sobisch el ostracismo propio de aquel que había osado desafiar no solo al caudillo histórico de la provincia sino que hasta se había metido con los principios fundacionales del MPN y del Neuquén, adhiriendo sin tapujos a las prácticas, ideas y estilo del gobierno de la Nación del por entonces presidente Menem. El tiempo ha pasado, y Sobisch, hombre perseverante, es otra vez el gobernador de una provincia que está aprovechando muy bien la coyuntura petrolera y brindando una imágen de prosperidad y dinamismo que contrasta con el resto del país. Su nombre suena como presidenciable para el 2007. Se ha ocupado personalmente de fotografiarse con Ricardo Lagos, en su lucha personal por reactivar el proyecto centenario del Ferrocarril Transandino del Sur. Solo le faltaba asegurar su continuidad en el poder, así es que, escándalos mediante, ha logrado los votos necesarios para reformar la constitución de la provincia. El famoso "voto 24" que le estaba faltando en la legislatura, cambió súbitamente de opinión a último momento y abrió las puertas a la reforma. Algunos dicen que además de cambiar de opinión, el legislador mutante (menemista para más datos) estaría planeando cambiar de casa, auto, y siguiendo el ejemplo de José Luis Manzano en su día, también de mujer, aspecto, vestuario, nalgas, y país de residencia. Sobisch, igual de simpático que cuando le tocaba ser a él el perseguido, jura y recontrajura que no incluirá la cláusula de la re-re-elección en el nuevo texto constitucional. Hagan sus apuestas...

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