Cuando el dolor no tiene palabras
Los idiomas humanos han inventado palabras para nombrar a los que han perdido un ser querido. Viuda o huérfano son las que nos ofrece el castellano. El dolor que siente un padre por perder un hijo es tan profundo, el hecho es tan contrario a la naturaleza del ciclo de la vida, que ni siquiera existe una palabra para definirlo. Pienso en la fatalidad, de pronto temo por mis hijos o por los hijos de las personas que quiero, o por todos los hijos y todos los padres en el mundo. Estoy poniendo en palabras y racionalizando, como dirían los psicólogos, el dolor y la tristeza que sentimos hoy por la noticia de la pérdida de Jorgito, el sobrino de Isidro y Carolina. No se ni siquiera como expresar lo que me pasa por la cabeza o por el corazón ante este hecho, ni tampoco encuentro las palabras adecuadas para acompañar a nuestros amigos en este momento tan difícil. Quiero decirles algo que los reconforte pero no me salen las palabras. Entiendo aquello de la "oración silenciosa" que calma el espíritu, en todas las religiones, cuando el que quiere rezar no encuentra o no sabe las palabras adecuadas. Me viene a la mente una canción (no me acuerdo ni quien la cantaba ni el título) pero empezaba diciendo algo así (disculpen mi inglés): "How can I explain when there are few words I can choose, How can I explain when words get broken..."
1 Comments:
Marcelo,
Tus palabras son justas aunque coincido en que no hay palabras para describir una tragedia así. Pensando en Valentín, en Dante, en Pilar y en Mateo, la imaginación se niega a llegar a esos rincones de la desgracia.
Se lo mandé a Josefina quien estoy seguro que apreciará mucho tus pensamientos.
Un abrazo,
Isidro
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